Se reconoce una asociación continua e independiente entre los niveles de presión arterial (PA) y el riesgo de enfermedad cardiovascular. En este contexto, el incremento sostenido de la PA es consecuencia de fallas en los diversos mecanismos involucrados en su regulación; el resultado final da lugar a lesiones en los órganos blanco (corazón, sistema nervioso central, arterias, riñón). Recientemente se ha incorporado al enfoque diagnóstico el monitoreo ambulatorio de PA (MAPA) de 24 horas, que facilita el diagnóstico de hipertensión oculta, entre otros, así como la valoración de los registros nocturnos de PA. Se acepta que la PA se reduce en forma habitual durante la noche (patrón dipper); en condiciones normales, esta variación se encuentra comprendida entre el 10% y el 20%. La ausencia o la atenuación de este descenso nocturno se denominan patrón non dipper, el cual ha sido vinculado con mayor morbilidad de causa cardíaca y no cardíaca. Por otra parte, un incremento de la variación entre los valores diurnos y nocturnos superior al 20% se define como patrón hiper dipper, el que ha sido asociado con mayor riesgo de eventos cerebrovasculares, si bien la información disponible es contradictoria. Como corolario, la importancia clínica del fenómeno hiper dipper no ha sido definida en la actualidad.
En el presente ensayo se analizaron los datos de 265 pacientes consecutivos, derivados a una unidad de hipertensión para su evaluación. El enfoque de los enfermos incluyó la realización de un MAPA, así como la valoración del espesor miointimal (EMI) de las carótidas y de los resultados del ecocardiograma Doppler con cálculo del índice de masa ventricular izquierda. En esta cohorte de individuos de entre 20 y 80 años, la prevalencia de un patrón hiper dipper se estimó en 10%; este subgrupo de participantes se caracterizó por valores de EMI significativamente más reducidos cuando se los comparó con los pacientes non dipper (media de 0.71 mm contra 0.75 mm, en ese orden; p = 0.006) y con aquellos con un patrón invertido (promedios de 0.71 mm contra 0.758 mm; p = 0.002). Por otra parte, el índice de masa ventricular izquierda resultó significativamente menor en los sujetos con patrón hiper dipper (media de 107 g/m2), cuando se los comparó con los enfermos con un patrón non dipper (117 g/m2) o invertido (129 g/m2). Sin embargo, no se reconocieron diferencias significativas cuando se confrontaron los valores de EMI o de índice de masa ventricular izquierda entre los sujetos hiper dipper y los pacientes con un patrón dipper.
El vínculo entre el compromiso de órganos blanco y el patrón non dipper ha sido muy estudiado en la bibliografía; por el contrario, la relación entre estas lesiones y el patrón hiper dipper es motivo de debate. De acuerdo con los resultados logrados en este análisis, las repercusiones sobre el EMI de las carótidas y el índice de masa ventricular izquierda parece comparable entre los sujetos con patrón dipper y aquellos individuos con un patrón hiper dipper. Por el contrario, el nivel de lesión arterial y cardíaca resultó inferior en estos enfermos cuando se los contrastó con aquellos en los cuales se reconoció un patrón non dipper o bien invertido.
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