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APORTE DE CALCIO, VITAMINA D O AMBOS Y RIESGO DE EVENTOS CARDIOVASCULARES

Resúmenes amplios

APORTE DE CALCIO, VITAMINA D O AMBOS Y RIESGO DE EVENTOS CARDIOVASCULARES


Southampton, Reino Unido:
Este amplio estudio prospectivo de población del Reino Unido indica que la utilización de calcio o de vitamina D no se asocia significativamente con un mayor riesgo de internaciones o de muerte por eventos cardíacos isquémicos o no isquémicos. La falta de vinculaciones fue similar en los modelos con ajuste y no ajustados y semejante en los hombres y las mujeres.

Journal of Bone and Mineral Research 33(5):803-811, 2018

Autores:
Harvey NC, D’Angelo S, Cooper C

Institución/es participante/s en la investigación:
University of Southampton

Título original:
Calcium and Vitamin D Supplementation Are Not Associated With Risk of Incident Ischemic Cardiac Events or Death: Findings From the UK Biobank Cohort

Título en castellano:
Los Suplementos de Calcio y Vitamina D no se Asocian con el Riesgo de Aparición de Eventos Cardíacos Isquémicos o de Muerte: Hallazgos a Partir de la Cohorte del UK Biobank

Extensión del  Resumen-SIIC en castellano:
2.76 páginas impresas en papel A4
Introducción
El aporte de calcio o de vitamina D es muy frecuente, sobre todo en los sujetos de edad avanzada. En algunos estudios, este abordaje se asoció con menor riesgo de fracturas por fragilidad en los individuos seniles residentes en instituciones geriátricas. Los suplementos de calcio y vitamina D también se indican de manera rutinaria en los enfermos tratados con fármacos contra la osteoporosis. El aporte de calcio de manera aislada o en combinación con vitamina D se considera seguro; solo parece producir efectos adversos gastrointestinales y un leve aumento del riesgo de litiasis renal. Sin embargo, en un estudio de 2008 de Nueva Zelanda, el aporte de calcio en mujeres de edad avanzada aumentó el riesgo de sufrir un infarto agudo de miocardio (IAM). En los metanálisis posteriores y en los nuevos análisis con los datos de la Women’s Health Initiative, se confirmó la asociación entre el aporte de calcio, con vitamina D o sin ella, y el mayor riesgo de IAM, no así de muerte por causas cardiovasculares. Aunque otros grupos no pudieron confirmar estas observaciones, en un trabajo el análisis de los sujetos que solo recibieron calcio, respecto del placebo, mostró un mayor riesgo de IAM. Los estudios observacionales también hallaron resultados contradictorios, sobre todo en relación con la ingesta de calcio en la dieta respecto del uso de suplementos. Los trabajos más recientes refirieron diferencias en la respuesta endotelial al calcio sérico entre los sujetos sanos y los pacientes con uremia; asimismo, los estudios de aleatorización mendeliana indicaron asociaciones entre las concentraciones de calcio a lo largo de la vida, genéticamente esperables, y la enfermedad cardíaca isquémica. La frecuencia de fracturas por osteoporosis es elevada, de modo que los posibles efectos adversos cardiovasculares de los tratamientos utilizados para mejorar la salud ósea merecen especial atención desde el punto de vista de la salud pública. Los estudios de intervención y de observación difieren en gran medida en cuanto a las variables aplicadas de exposición y valoración. En el presente estudio se analizaron las asociaciones entre el aporte de calcio, de vitamina D o de ambos y el riesgo de internación y mortalidad por enfermedad cardíaca isquémica (ECI) con la información proporcionada por el UK Biobank. Las vinculaciones se analizaron en relación con el sexo y con los factores basales de riesgo cardiovascular.

Pacientes y métodos
Para el estudio prospectivo se utilizaron los datos del UK Biobank y de los registros del UK National Health Service (NHS). Fueron invitados a participar en la investigación alrededor de 9.2 millones de sujetos de 40 a 69 años. Los individuos completaron cuestionarios por Internet y participaron en entrevistas personales; se tuvieron en cuenta las características sociodemográficas (edad, sexo, etnia y nivel educativo); los hábitos de vida, entre ellos el tabaquismo, la dieta, la actividad física y el consumo de alcohol, y la utilización de fármacos y suplementos nutricionales. A partir del peso y la talla se estimó el índice de masa corporal (IMC). Se consideraron las internaciones atribuibles a ECI, infarto agudo de miocardio (IAM) y otros eventos cardiovasculares, codificadas según la International Statistical Classification of Diseases and Related Health Problems, 10th Revision. Las muertes ocurridas hasta 10 años después de la valoración inicial se conocieron a partir del registro de mortalidad. Todos los análisis se realizaron en hombres y mujeres por separado. Las asociaciones se determinaron con modelos proporcionales de Cox y se expresaron como hazard ratios (HR), con intervalos de confianza del 95% (IC 95%). Se excluyeron los sujetos que refirieron antecedentes de eventos cardiovasculares en las valoraciones basales. En los análisis se consideraron diversos factores de confusión, entre ellos la edad, el IMC, los antecedentes familiares de enfermedad cardíaca, el tabaquismo, el consumo de alcohol, el nivel educativo, la actividad física intensa, la presión arterial sistólica y la utilización de fármacos contra la diabetes o la hipercolesterolemia; para las mujeres también se tuvo en cuenta el uso de terapia de reemplazo hormonal (TRH).

Resultados
Un total de 502 637 sujetos de ambos sexos completaron los cuestionarios basales y refirieron datos acerca del consumo de calcio y vitamina D. La muestra final incluyó a 475 255 individuos (264 984 mujeres y 210 271 hombres). El seguimiento promedio fue de 7 años, con un máximo de 10 años. La mediana de edad fue de 57 años (rango intercuartílico [RIC]: 50 a 63) en las mujeres y de 57 años (RIC: 50 a 63) en los hombres; el IMC promedio fue de 27 y 27.7 kg/m2, respectivamente. El 10.6% de las mujeres y el 2.6% de los hombres utilizaban suplementos de calcio, en tanto que el 5.2% y 2.6%, en el mismo orden, consumían suplementos de vitamina D. El 3.5% de las mujeres y el 0.8% de los hombres recibían calcio y vitamina D. La utilización de suplementos de calcio o vitamina D se asoció, de manera positiva, con el antecedente de fracturas, con cocientes de incidencia de 1.2 a 1.8 (p < 0.001 en todos los casos). Utilización de calcio, vitamina D o ambos e incidencia de internaciones por eventos cardíacos Un total de 7106 hombres y 3407 mujeres fueron internados por ECI, 2456 y 929 por IAM y 8378 y 4312, respectivamente, por enfermedad cardiovascular (ECV). Los resultados fueron esencialmente iguales al considerar todos los patrones de aporte de suplementos, de modo que tanto en los modelos sin ajuste como en aquellos con ajuste, los HR para cualquier variable de valoración, en asociación con cualquiera de las 3 variables de exposición, no fueron significativos. Como ejemplo, en los modelos sin ajuste, el HR de internación por IAM fue de 0.97 (IC 95%: 0.79 a 1.2; p = 0.79) entre las mujeres que consumían calcio; el HR correspondiente para los hombres fue de 1.16 (HR = 0.92 a 1.46; p = 0.22). En los modelos finales con ajuste, los HR fueron de 0.82 (IC 95%: 0.62 a 1.07; p = 0.14) entre las mujeres y de 1.12 (IC 95%: 0.85 a 1.48; p = 0.41) entre los hombres. Los HR con ajuste para la internación por ECI fueron de 1.05 (IC 95%: 0.92 a 1.19; p = 0.5) en las mujeres y de 0.97 (IC 95%: 0.82 a 1.15; p = 0.77) en los hombres. En las mujeres, los HR en los modelos en los que se incorporó el uso de TRH tampoco fueron significativos. Utilización de calcio, vitamina D o ambos y riesgo de muerte por eventos cardíacos No se encontraron asociaciones significativas entre la exposición y la mortalidad por eventos cardiovasculares; los resultados fueron similares en los modelos sin ajuste y ajustados, como también al considerar a las mujeres tratadas con TRH. Tampoco se observaron interacciones significativas entre los factores de riesgo cardiovascular y el aporte de calcio en cuanto a la internación por IAM.

Discusión
En este estudio poblacional, el uso de suplementos de calcio o de vitamina D no se asoció significativamente con mayor riesgo de internaciones o mortalidad luego de eventos cardiovasculares isquémicos o no isquémicos, en especial, después del IAM. Los resultados fueron homogéneos en hombres y mujeres, incluso al considerar numerosos factores de confusión. En un análisis post hoc de un estudio de Nueva Zelanda, realizado en mujeres de edad avanzada, el aporte de calcio indujo un aumento del riesgo de IAM; los mismos hallazgos se observaron en los metanálisis de estudios de suplementos de vitamina D con calcio o sin él, incluso en la Women’s Health Initiative (WHI). Sin embargo, en la mayoría de los estudios las asociaciones fueron débiles y heterogéneas entre las diversas variables de valoración. En el presente estudio se constató un aumento no significativo (del 18%) del riesgo de internación por ECIen relación con el uso de calcio, en las pacientes que utilizaban TRH; en cambio, no se encontraron asociaciones con el IAM, el criterio vinculado más a menudo al aporte de calcio en los estudios previos. Cabe mencionar que en el WHI no se hallaron diferencias en el riesgo de IAM o de enfermedad coronaria según el aporte de calcio o de vitamina D respecto del placebo en función del uso de TRH. La mayoría de las investigaciones anteriores incluyeron esencialmente a mujeres; el presente trabajo aporta datos de importancia para una amplia población de hombres, quienes suelen tener un riesgo cardiovascular más alto que las mujeres de la misma edad. Los resultados de este amplio estudio prospectivo de población indican que la utilización de calcio o de vitamina D no se relaciona de manera significativa con un mayor riesgo de internaciones o de muerte por eventos cardíacos isquémicos o no isquémicos. La falta de vinculaciones fue similar en los modelos con ajuste y no ajustados y semejante en los hombres y las mujeres. Otros estudios de población mostraron resultados contradictorios. En uno de ellos, el AARP Diet and Health Sudy, con la inclusión de 388 229 hombres y mujeres de 50 a 71 años, seguidos durante 12 meses, la mayor ingesta basal de calcio se asoció con un riesgo más bajo de mortalidad por enfermedad cardíaca, en tanto que el aporte de suplementos de calcio aumentó un 19% el riesgo de enfermedad cardíaca en los hombres, pero no en las mujeres. El Nurses’ Health Study, que evaluó a 74 245 mujeres seguidas durante 24 años, mostró resultados similares a los de la presente investigación. En cambio, en la cohorte de Heidelberg del European Prospective into Cancer and nutrition study (EPIC), con 23 980 hombres y mujeres de 35 a 64 años, el uso exclusivo de suplementos de calcio confirió mayor riesgo de IAM, pero no de mortalidad. Sin embargo, los resultados de los estudios son difíciles de interpretar y de comparar debido a las diferencias metodológicas. En conclusión, según los resultados de este amplio estudio prospectivo en una cohorte del Reino Unido, con la inclusión de alrededor de medio millón de participantes, la utilización de calcio o de vitamina D no se relacionó con un mayor riesgo de internación o de muerte luego de eventos cardiovasculares isquémicos o no isquémicos.
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