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ESOMEPRAZOL Y ASPIRINA PARA LA PREVENCIÓN DEL ADENOCARCINOMA DE ESÓFAGO EN EL ESÓFAGO DE BARRETT

Resúmenes amplios

ESOMEPRAZOL Y ASPIRINA PARA LA PREVENCIÓN DEL ADENOCARCINOMA DE ESÓFAGO EN EL ESÓFAGO DE BARRETT


London, Reino Unido:
El tratamiento con dosis altas de inhibidores de la bomba de protones (IBP) y aspirina, especialmente de manera combinada, se asocia con mejora de la evolución clínica en pacientes con esófago de Barrett. Esta forma de terapia es segura. Por lo tanto, en los enfermos que necesitan tratamiento prolongado con IBP para controlar los síntomas de reflujo, la prescripción de aspirina induciría beneficios adicionales.

The Lancet 392(10145):400-408, 2018

Autores:
Jankowski JAZ

Institución/es participante/s en la investigación:
National Institute for Health and Care Excellence

Título original:
Esomeprazole and aspirin in Barrett’s oesophagus (AspECT): a randomised factorial trial

Título en castellano:
Esomeprazol y Aspirina en el Esófago de Barrett (AspECT): Ensayo Aleatorizado Factorial

Extensión del  Resumen-SIIC en castellano:
1.84 páginas impresas en papel A4
Introducción
En los últimos años se comprobó un aumento importante de la incidencia de adenocarcinoma de esófago (AE) en Europa y los Estados Unidos. Los pacientes con AE sintomáticos tienen una supervivencia a los 5 años inferior al 10%. Probablemente, el aumento de la frecuencia de AE tenga que ver, al menos en parte, con la mayor incidencia de enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) en los países con recursos económicos elevados, y sobre todo en los sujetos con ascendencia europea. La ERGE representa uno de los principales factores de riesgo de esófago de Barrett, definido por el reemplazo del epitelio escamoso por mucosa columnar. El esófago de Barrett es una enfermedad compleja y premaligna, que aparece en pacientes con una predisposición genética particular. La incidencia estimada en la población adulta de los países occidentales es de 2%; la principal complicación es la progresión a AE: esofagitis a metaplasia a displasia a AE. La vigilancia endoscópica del esófago de Barrett con la finalidad de detectar AE en estadios tempranos sólo se asocia con mejoras moderadas, de modo que las estrategias destinadas a evitar la progresión del esófago de Barrett a AE podrían tener consecuencias muy favorables en estos enfermos. Los inhibidores de la bomba de protones (IBP) reducen eficazmente el reflujo gastroesofágico, uno de los principales mecanismos subyacentes en la fisiopatogenia del esófago de Barrett. El esomeprazol es el IBP más utilizado en los Estados Unidos. Por su parte, diversos estudios de observación sugirieron que la administración de aspirina también reduce el riesgo de AE; sin embargo, los hallazgos de otras investigaciones no fueron concordantes. Cabe destacar que sólo una minoría de pacientes con esófago de Barrett fallece como consecuencia de AE; en cambio, la mayoría fallece por enfermedad cardiovascular o infecciones torácicas. En el presente estudio - Aspirin and Esomeprazole Chemoprevention in Barrett’s metaplasia Trial (AspECT) - se determinó la eficacia del tratamiento combinado con esomeprazol en dosis altas y aspirina para la reducción de la mortalidad por cualquier causa, el AE y la displasia de alto grado.  

Métodos
El AspECT fue una investigación de diseño factorial 2 x 2, realizada en 84 centros del Reino Unido y en una institución de Canadá. Los pacientes con esófago de Barrett de 1 cm o más fueron aleatoriamente asignados al tratamiento con dosis altas del IBP (40 mg dos veces por día) o a dosis bajas del IBP (20 mg una vez por día), con aspirina o sin ella (300 mg por día en el Reino Unido, 325 mg por día en Canadá) durante al menos 8 años. Los anatomopatólogos desconocían el tratamiento recibido por cada enfermo. El criterio principal de valoración fue el parámetro integrado por la mortalidad por cualquier causa, y la aparición de AE o displasia de alto grado.  

Resultados
Entre 2005 y 2009 se reclutaron 2557 pacientes: 705 fueron asignados al tratamiento con dosis bajas de IBP sin aspirina, 704 recibieron dosis altas del IBP sin aspirina, 571 fueron tratados con dosis altas de IBP sin aspirina y 577 recibieron dosis altas de IBP más aspirina. La mediana de la duración del seguimiento fue de 8.9 años (8.2 a 9.8). Durante el período de observación se produjeron 313 eventos primarios; el número de 139 eventos en 1270 pacientes tratados con dosis altas de IBP fue más alto que el registrado en los 1265 pacientes que recibieron dosis bajas de IBP (174 eventos); cociente de tiempo (time ratio [TR] = 1.27, intervalo de confianza del 95% [IC 95%]: 1.01 a 1.58, p = 0.038). La administración de aspirina se asoció con 127 eventos en 1138 enfermos, un resultado que no fue significativamente superior al observado en los pacientes que no recibieron aspirina (154 eventos en 1142 sujetos; TR = 1.24, IC 95%: 0.98 a 1.57, p = 0.068).   La combinación de dosis altas de IBP y aspirina se asoció con los efectos más pronunciados, en comparación con el uso de dosis bajas de IBP sin aspirina (TR = 1.59, IC 95%: 1.14 a 2.23, p = 0.0068). Los números necesarios para tratar fueron de 34 para los IBP, y de 43 para la aspirina. Sólo 28 sujetos (1%) refirieron efectos adversos graves.  

Conclusión
Los resultados del presente estudio sugieren que en los enfermos que necesitan tratamiento prolongado con IBP para controlar los síntomas de reflujo, la prescripción de aspirina induciría beneficios adicionales; no obstante, los hallazgos deberán confirmarse en estudios futuros a gran escala.
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