Conceptos Categóricos

COCIENTE ENTRE NEUTRÓFILOS Y LINFOCITOS EN EL CÁNCER EPITELIAL DE OVARIO

Resúmenes amplios

COCIENTE ENTRE NEUTRÓFILOS Y LINFOCITOS EN EL CÁNCER EPITELIAL DE OVARIO


Asturias, España:
El cociente elevado entre neutrófilos y linfocitos en sangre posiblemente sea un factor pronóstico asociado con menor supervivencia global y menor supervivencia libre de enfermedad a los 5 años en pacientes con carcinoma epitelial de ovario.

Revista Colombiana de Obstetricia y Ginecología 75(1):, 2024

Autores:
Vázquez Rojo Julio, Sánchez del Río Ángel

Institución/es participante/s en la investigación:
Hospital Álvarez Buylla

Título original:
Cociente neutrófilos/linfocitos preoperatorio como factor pronóstico en el cáncer epitelial de ovario

Título en castellano:
Cociente Neutrófilos/Linfocitos Preoperatorio como Factor Pronóstico en el Cáncer Epitelial de Ovario

Extensión del  Resumen-SIIC en castellano:
2.07 páginas impresas en papel A4
Introducción
El cáncer epitelial de ovario (CEO) es el octavo más frecuente entre las mujeres en todo el mundo. El CEO representa entre el 4% y 5% de los tumores femeninos, con una tasa de incidencia ajustada por edad de 7.1 x 100 000 personas/año, y una tasa de mortalidad de 4.1 x 100 000 mujeres/año en los países desarrollados, por detrás del cáncer de mama, pulmón, gastrointestinal y cérvix. El CEO es causa del 4.7% de todas las muertes femeninas por cáncer. En España se diagnostican unos 3500 casos anuales con una incidencia ajustada de 7.3 x 100 000 personas/año y una tasa de mortalidad de 3.8 x 100 000 mujeres/año. En ese país, el CEO es la primera causa de muerte por cáncer ginecológico. El CEO es un tumor sólido de etiopatogenia desconocida. A pesar de los avances en el tratamiento quirúrgico y en el uso de medicamentos oncológicos, la supervivencia global a los 5 años de las pacientes con CEO es del 48%, un valor que se reduce a 30% en las pacientes con tumores en estadios avanzados (III-IV). Esta elevada mortalidad se debe a que en el 75% de las pacientes, el tumor se diagnostica en dichos estadios debido a la ausencia de síntomas en sus fases iniciales y a las molestias abdominales inespecíficas en las fases avanzadas de la enfermedad. Ninguno de los factores clásicos como la edad, el tipo histológico o el estadio FIGO (International Federation of Gynecology and Obstetrics) estiman con exactitud la respuesta al tratamiento y el pronóstico de las mujeres con CEO. El único factor pronóstico independiente identificado en estadios avanzados ha sido la citorreducción completa. Por este motivo, se necesitan marcadores biológicos que orienten el diagnóstico y las opciones de tratamientos más individualizados, algunos de los cuales podrían ser los marcadores de respuesta inflamatoria. Se ha referido una relación entre la inflamación y el cáncer al observar infiltrados leucocitarios en los tejidos neoplásicos, y hace pocos años se reconoció el importante papel de la inflamación y las células de la inmunidad en la aparición y la progresión tumoral en neoplasias malignas de diferente origen. El componente inflamatorio, secundario a infecciones virales o bacterianas, a la presencia de agentes ambientales como el asbesto, o a condiciones asociadas con estados inflamatorios crónicos, contribuiría de manera importante en la aparición y la evolución de los tumores malignos. En los tumores, las células neoplásicas, las células normales y las células inflamatorias constituyen un microambiente inmune o inflamatorio tumoral que, bajo determinados estímulos, modula la respuesta inmune y modifica sus condiciones biológicas, lo que facilita una mayor permeabilidad vascular, angiogénesis, proliferación y movilización celular, con lo cual se estimula el crecimiento y la diseminación a distancia. De esta manera, algunos grupos refirieron una asociación entre diversos marcadores inflamatorios y el pronóstico desfavorable o las fases avanzadas de la enfermedad. Uno de estos marcadores es el cociente plasmático neutrófilos/linfocitos (CNL), un posible representante del proceso inflamatorio y del sistema inmune; el CNL elevado reflejaría un exceso de actividad neutrofílica o un defecto en la actividad linfocitaria, fenómenos que favorecerían la actividad protumoral. En pacientes con CEO subyace un estado inflamatorio asociado a cifras elevadas de CNL. Por otra parte, estados de mayor riesgo de enfermedades en general, y de cáncer en particular, como la obesidad o el tabaquismo, están asociados a CNL elevados; además, cuando se normaliza el peso o se abandona el tabaco, disminuyen el riesgo y los niveles de CNL y leucocitos. También se ha relacionado de manera prometedora con el pronóstico de pacientes con diferentes tumores sólidos, incluidos los de origen ginecológico, entre ellos el CEO. En el CEO existe una asociación significativa entre el CNL elevado y la presencia de factores de mal pronóstico, como la presencia de ascitis, los niveles elevados de CA-125, el estadio avanzado de la enfermedad y el tumor residual. Sin embargo, otros autores refirieron que el CNL sería de poca utilidad pronóstica en el CEO, en especial en términos de la sobrevida global. Por lo tanto, el objetivo del presente estudio fue evaluar la posible vinculación entre los valores del CNL y el pronóstico en pacientes diagnosticadas y tratadas por CEO en una población española.

Materiales y métodos
Se analizó una cohorte retrospectiva de pacientes con CEO que tuvieran un CNL en hemograma previo al diagnóstico histopatológico en un hospital de nivel medio de complejidad y posterior sobrevida de, al menos, 3 meses. Se tuvieron en cuenta la edad, el estado menopáusico, el número de hijos, el estadio del tumor según la FIGO, el tipo de tratamiento, la presencia de tumor residual, la afectación ganglionar, la presencia de ascitis, la citología, el tipo histológico, el grado de diferenciación y las cifras de CA-125. Los criterios de valoración fueron la supervivencia global y la sobrevida libre de enfermedad o progresión. Se realizó análisis inferencial bivariado y por regresión de Cox.

Resultados
La muestra para los análisis abarcó a 60 mujeres con CEO. De ellas, 24 (40%) presentaron un CNL bajo (< 2.9) y 36 (60%) tenían CNL elevado (> 2.9). Se encontró una asociación entre los niveles altos de CNL y la cirugía citorreductora subóptima. Los niveles altos de CNL se asociaron a menor supervivencia global (Hazard ratio [HR]: 4.1; intervalo de confianza del 95% [IC 95%]: 1.4 a 11.8) y con menor supervivencia libre de enfermedad a los 5 años (HR: 2.6; IC 95%: 1.2 a 5.7).

Conclusión
Los resultados del presente estudio confirman que el CNL en sangre mayor a 2.9 se asocia a mal pronóstico en pacientes con CEO. Sin embargo, se requieren más estudios para determinar el punto óptimo de corte y estudios prospectivos con mayor número de pacientes para avalar los datos observados. Sería interesante, además, investigar la correlación entre el CNL plasmático y los neutrófilos y linfocitos intratumorales, así como la importancia de los cambios posquirúrgicos en el CNL.
ua40317
-->