Atletas varones con entrenamientos intensos pueden presentar mayor calcificación coronaria

Un metanálisis reciente reveló que los atletas varones que realizan ejercicio intenso presentan puntuaciones elevadas de calcio coronario, un marcador de aterosclerosis subclínica. El trabajo, publicado en JACC: Advances, sugiere que la práctica deportiva no excluye el riesgo cardiovascular y plantea la necesidad de estrategias preventivas personalizadas.
Atletas varones con entrenamientos intensos pueden presentar mayor calcificación coronaria

Introducción

La relación entre el ejercicio intenso y la salud cardiovascular ha sido motivo de creciente interés y debate en los últimos años. Mientras los beneficios generales de la actividad física están bien documentados, algunos estudios recientes han planteado posibles asociaciones entre entrenamientos extremos y ciertos marcadores de enfermedad coronaria subclínica. En este contexto, un nuevo metanálisis publicado en la revista JACC: Advances (Journal of the American College of Cardiology) ofrece evidencia sobre cómo el volumen de ejercicio y el sexo biológico (varones y mujeres) influyen en la carga de aterosclerosis coronaria en atletas sin síntomas cardiovasculares.

Selección y resultados

Los autores seleccionaron nueve estudios que incluyeron a 61.150 individuos asintomáticos. Las búsquedas se realizaron en cuatro bases de datos ampliamente utilizadas, con los siguientes criterios de inclusión:

⦁ Atletas que practicaban deportes de alta exigencia, como correr y andar en bicicleta, sin antecedentes de enfermedad arterial coronaria (EAC).
⦁ Estudios de diseño observacional.
⦁ No atletas con actividad física de bajo volumen, también sin antecedentes de EAC.
⦁ Evaluación de aterosclerosis coronaria subclínica mediante puntuación CAC o angiotomografía computarizada de placa (ACP).

Se excluyeron los estudios que incluían personas con enfermedad cardiovascular (ECV) sintomática preexistente o antecedentes de EAC.

Clasificación de participantes

Según las directrices de la Sociedad Europea de Cardiología (2020), se definió como atletas a quienes realizan ejercicio regular y participan en competencias deportivas. El volumen de actividad física se clasificó en dos grupos, según el gasto energético medido en equivalentes metabólicos por tarea (MET-minuto por semana):

⦁ Alto volumen: igual o superior a 3.000 MET-minutos por semana.
⦁ Volumen moderado: entre 1.500 y 3.000 MET-minutos por semana.

Los no atletas fueron definidos como individuos con un volumen de ejercicio inferior a 1.500 MET-minutos por semana y sin actividad física habitual.
El resultado principal fue la puntuación CAC, evaluada mediante gammagrafía sin contraste y expresada en unidades Agatston. Los resultados secundarios incluyeron el volumen de placa coronaria determinado por ACP, el volumen de placas calcificadas y el número medio de placas por paciente.

Factores en estudio

Diversos factores pueden influir en el desarrollo de aterosclerosis coronaria en atletas, aunque los mecanismos precisos aún no se comprenden del todo. Una hipótesis plantea que el esfuerzo cortante elevado durante el ejercicio intenso provoca daño endotelial, lo que facilitaría la formación y calcificación de placas ateroscleróticas.
El uso de estatinas también podría contribuir a la estabilización y calcificación de las placas con el tiempo. Otras posibles causas incluyen la alimentación, el estrés psicológico, la inflamación crónica y factores genéticos. Variables como el sexo, la intensidad del ejercicio, la etnia o el tipo de deporte aún no han sido suficientemente exploradas en relación con el desarrollo de CAC.
Si bien los datos sobre mujeres son limitados, sugieren una menor prevalencia de CAC. El análisis agrupado de los autores difiere de estudios previos que atribuían a las atletas de alto volumen un mayor número de placas calcificadas en comparación con las no atletas. En cambio, entre quienes realizaban ejercicio moderado, el volumen total de placas fue inferior.
El estudio observó una mayor prevalencia de puntuaciones CAC superiores a 100 en atletas varones. Esta diferencia se relacionaría con la variabilidad en el volumen y la intensidad del entrenamiento, los años de actividad deportiva, el número de maratones completados y el kilometraje semanal.
Aunque algunos atletas presentan CAC elevados, niveles bajos de ejercicio se han asociado con mayor progresión de la aterosclerosis. Investigaciones anteriores ya habían vinculado una mejor aptitud cardiorrespiratoria con menor riesgo cardiovascular: por cada aumento de 1 MET, la tasa de eventos se reducía un 14 por ciento. Estos hallazgos refuerzan el efecto protector del ejercicio físico y la capacidad cardiorrespiratoria, incluso en personas con niveles elevados de CAC.

Implicancias clínicas

La mayor prevalencia de CAC y volumen de placa en atletas varones con entrenamiento intenso indica que no debe descartarse la presencia de aterosclerosis subclínica ni la necesidad de estrategias preventivas. Las herramientas estándar de estimación de riesgo cardiovascular pueden subestimar la presencia real de enfermedad en este grupo.
El acondicionamiento atlético, que mejora la función microvascular y el diámetro de los vasos, podría explicar en parte la disociación entre la aterosclerosis subclínica y la mortalidad observada en atletas. Sin embargo, el seguimiento a largo plazo resulta indispensable para comprender mejor la relación entre volumen de ejercicio, presencia de placas y eventos clínicos.

Conclusiones del estudio

Los atletas varones que practicaban ejercicio intenso presentaron puntuaciones CAC y volúmenes de placa calcificada significativamente superiores. En cambio, quienes realizaban actividad física moderada mostraron volúmenes menores que los no atletas. En mujeres, el ejercicio de alta exigencia se asoció con un número más bajo de placas calcificadas, y el ejercicio moderado con volúmenes de placa más reducidos.
Estos resultados evidencian una relación entre el volumen de ejercicio y la aterosclerosis subclínica, además de diferencias según el sexo. Los hallazgos sugieren la necesidad de adaptar las recomendaciones de ejercicio a las características individuales.
Entre las limitaciones señaladas por los autores figuran el carácter observacional de los estudios, la escasa diversidad étnica, la falta de datos sobre la composición de las placas y la baja participación femenina. Estas limitaciones restringen la posibilidad de establecer relaciones causales y afectan la generalización de los resultados.
Se destaca la necesidad de realizar estudios longitudinales de calidad que permitan esclarecer el impacto del ejercicio en la aterosclerosis coronaria, determinar el valor pronóstico de la presencia de CAC en atletas y establecer umbrales seguros y efectivos de actividad física.

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