La canrenona, un fármaco antihipertensivo de uso conocido, podría proteger los corazones donados del daño celular que sufren durante la conservación en frío. Investigadores que publicaron sus hallazgos en Nature Cardiovascular Research señalan que esta estrategia no solo mejoraría los resultados del trasplante cardíaco, sino que también podría aplicarse a otros órganos.
Introducción
El trasplante cardíaco representa el tratamiento más eficaz para abordar la insuficiencia cardíaca terminal. Sin embargo, menos de la mitad de los corazones de donantes logran utilizarse con resultados positivos.
Uno de los principales inconvenientes es el plazo relativamente corto para realizar el trasplante, debido a los problemas derivados de la conservación prolongada en frío. Aunque el almacenamiento en frío ralentiza el metabolismo y ayuda a preservar el tejido, la exposición prolongada a bajas temperaturas puede provocar cambios moleculares que afectan el rendimiento del corazón tras el trasplante.
Entre las complicaciones, la disfunción primaria del injerto —caracterizada por la ineficacia del corazón trasplantado para bombear correctamente tras la cirugía— afecta en distintos grados a alrededor del 20 % de los receptores. Para investigar la causa del daño, los investigadores se centraron en el receptor de mineralocorticoides, una proteína presente en las células cardíacas que influye en la respuesta celular al estrés.
El estudio observó que, durante el almacenamiento en frío, esta proteína activa un proceso de separación de fases líquido-líquido, fenómeno en el cual una mezcla uniforme se divide espontáneamente en dos fases líquidas con distintas concentraciones de componentes. Este proceso provoca inflamación y muerte celular, lo que reduce las probabilidades de un funcionamiento correcto del corazón trasplantado.
Prevenir daños con canrenona
Para evaluar la posibilidad de prevenir este proceso, los investigadores trataron los corazones donados con canrenona, un fármaco que bloquea la actividad del receptor de mineralocorticoides.
Los corazones de donantes humanos, almacenados más allá del plazo habitual y tratados con canrenona, casi triplicaron su capacidad de bombeo en comparación con los almacenados sin el fármaco. También mostraron mejor flujo sanguíneo y menos signos de daño celular.
Discusión y Conclusión
Los hallazgos sugieren que, al mejorar la capacidad de bombeo y aumentar las probabilidades de un trasplante exitoso, la canrenona ayudaría a prolongar el período de almacenamiento seguro de los órganos donados.
El estudio remarca la importancia de aprovechar cada hora adicional de preservación para lograr que el corazón de un donante recupere su función normal después del trasplante.
Los autores consideran que este nuevo procedimiento permitiría extender el tiempo de conservación funcional de corazones almacenados en frío, mejorar los resultados de los trasplantes y facilitar el acceso a este tipo de intervenciones.
Además, señalan que la canrenona podría representar un aporte valioso en la preservación de otros órganos trasplantables, ya que se observaron fenómenos de agregación proteica similares durante el almacenamiento en frío de riñones, pulmones e hígados de donantes.
En otras palabras, la estrategia permitiría ampliar las opciones de trasplante en múltiples sistemas orgánicos.