Una revisión de 21 estudios demuestra que la histórica ventaja de supervivencia infantil en áreas urbanas de África subsahariana se ha reducido e incluso revertido en algunos países. Explicaría esta tendencia, según informa Journal of Urban Health, el crecimiento de asentamientos informales y la persistencia de inequidades intraurbanas.
Introducción
Tradicionalmente, los niños que nacen en áreas urbanas de África subsahariana tenían menores tasas de mortalidad que los de zonas rurales, gracias a mejores condiciones socioeconómicas, acceso a servicios básicos y mayor cobertura sanitaria. Este fenómeno se conocía como “ventaja urbana”. Sin embargo, desde la década de 1980, esta ventaja se ha ido reduciendo e incluso ha dado lugar a una “penalización urbana” en ciertos contextos. El rápido crecimiento poblacional, la urbanización no planificada y la expansión de barrios marginales han transformado las dinámicas de riesgo infantil, cuestionando los marcos convencionales que comparan únicamente lo urbano frente a lo rural.
Enfoque y resultados
La revisión incluyó 21 artículos publicados desde 1990 sobre mortalidad infantil en 37 países de África subsahariana, analizados bajo tres enfoques:
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Clasificación binaria urbano–rural: mostró resultados inconsistentes, con persistencia de ventaja urbana en algunos países, penalización urbana en otros y ausencia de patrón claro.
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Estratificación de áreas urbanas: evidenció que los niños en asentamientos informales presentan consistentemente peores indicadores de salud y mortalidad que aquellos en áreas urbanas formales, a menudo con tasas superiores a las rurales.
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Urbanicidad como continuo: identificó gradientes de riesgo según el nivel de infraestructura y privación, mostrando que vivir en entornos urbanos empobrecidos no garantiza mejores resultados que en zonas rurales.
Determinantes comunes incluyeron factores ambientales (agua, saneamiento, vivienda), relacionados con el acceso a la salud (inmunizaciones, atención prenatal y al parto), sociodemográficos (educación materna, nivel socioeconómico) y de morbilidad (diarrea, infecciones respiratorias, desnutrición). En todos los casos, la distribución y fuerza de estos factores variaron entre contextos urbanos y rurales, con inequidades intraurbanas crecientes.
Discusión y conclusiones
El estudio demuestra que la dicotomía urbano–rural es insuficiente para comprender las actuales desigualdades en salud infantil. La expansión de asentamientos informales y la heterogeneidad dentro de las ciudades han generado brechas que en ocasiones superan las diferencias urbano–rurales. La educación materna y la riqueza familiar continúan siendo factores protectores, aunque su impacto es más marcado en áreas rurales con menor acceso a servicios.
Para reducir la mortalidad infantil en África subsahariana, se requiere:
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Adopción de marcos analíticos que reconozcan la urbanicidad como un continuo y no como una categoría binaria.
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Políticas que prioricen la mejora de condiciones de vida y acceso a servicios en barrios informales.
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Sistemas de vigilancia que desagreguen datos por tipo de asentamiento.
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Intervenciones multisectoriales dirigidas a abordar las inequidades intraurbanas, integrando salud, educación, vivienda y planificación urbana.
La transición de ventaja urbana hacia penalización urbana refleja cómo la urbanización no planificada está reconfigurando la geografía del riesgo infantil en la región, y exige respuestas adaptadas a la complejidad del panorama actual.